Política | El Pj levanta su bandera conmemorando a la "Jefa Espiritual"
"Así decía el titulo del diario 'Noticias gráficas' en su edición única del 27 de julio de 1952, que aún conservamos. Redimir no es una palabra que se use mucho por estos días, ya que es una palabra de traducción oriental. En el diccionario dice: 'Librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa; conseguir la libertad de una persona o sacarla de la esclavitud mediante el pago de un precio'. Claro, eso era lo que entendía por aquellos días el editor de ese periódico, ya que eso era lo que significaba Evita para nuestro país, había sacado a la masa trabajadora y a los más humildes de ser casi ciudadanos de segunda. Aun más al pie del mismo rezaba 'honda repercusión en el extranjero', la muerte de la líder espiritual de la nación comunicaba el parte oficial repercutía en los confines del mundo y sumía a muchos argentinos en un sentimiento de orfandad. En nuestra ciudad nos cuenta un viejo peronista que se erigían altares por su partida. Hoy aún a 64 años de su fallecimiento pensamos qué importante en la historia argentina fue la 'abanderada de los humildes', cuantas de las luchas que ella comenzó seguimos batallando, cuantas seguimos junto al General Perón, cuantas junto a Néstor y en los últimos años a Cristina. Evita fue, es y será un símbolo de inquebrantable militancia, lucha y perseverancia, mas allá de las adversidades. Hoy vivimos tiempos adversos a la defensa de los derechos de los trabajadores, los humildes, los comerciantes, los niños, los ancianos, donde parece que toda la política gira en torno del beneficio de unos pocos. Si ella viviera hoy nos haría levantar para decirle a quien fuere que no se puede gobernar humillando al pueblo, causándole angustia, temor, inseguridad, y ajuste aun mas allá de sus propios limites. Seguramente nos pediría más compromiso, que seamos mas jugados, que profundicemos la lucha en defensa de nuestros derechos y de los derechos que ella y otros supieron conseguir.
Evita estaba segura que nosotros llevaríamos su nombre a la victoria, la pregunta es ¿lo hemos logrado?, ¿estamos a la altura de lo que nos confió? Todos nosotros, los militantes, los obreros, los sindicalistas, los políticos. Deberemos reflexionar mucho. Fuimos enseñados por Evita a ser humildes, a luchar por los derechos de nuestro prójimo, como nos gusta decir hoy, 'que la patria es el otro', a no resignarnos ante la injusticia. Es hora de levantar nuestras banderas bien altas y demostrar que la militancia en honor a su capitana no se rinde."
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